lunes, 1 de junio de 2015

10 experimentos de ciencia divertidos




La ciencia forma parte de nuestra vida cotidiana, pero si quieres que tus alumnos sean conscientes de la física, la química o la biología que se esconde tras el gesto más sencillo de su vida diaria, puedes poner en práctica con ellos alguno de estos proyectos científicos. Todos pueden hacerse con productos y elementos que tenemos a nuestro alrededor y son sencillos y divertidos, para que aprendan mientras disfrutan experimentando.
1. Estados de la materia y fluidos no newtonianos con maicena. Un truco sencillo para experimentar con estos fluidos, que cambian su tensión según la fuerza que se les aplique. Después podéis utilizar un altavoz para ver cómo reacciona a la vibración.
2. ADN vegetal con un tomate. Un sorprendente experimento para extraer el ADN del tomate y observarlo en forma de material fibroso a simple vista.
3. Electromagnetismo con un clavo. Una experiencia clásica para aprender cómo funciona un imán. La explicación de por qué y cómo sucede esto puede leerse aquí.
4. Estructura vegetal con claveles. Otro experimento tan fácil como eficaz para comprender cómo las plantas absorben el agua y la distribuyen por sus células. Se pueden utilizar diferentes tintas o colorantes para lograr colores distintos, y dividir el tallo en dos para que el clavel absorba dos colores al mismo tiempo.
5. Presión atmosférica y nubes con una botella. Para comprobar, con un poco de alcohol y una botella de plástico, lo que ocurre en la atmósfera cargada de moléculas de agua cuando la presión aumenta.
6. Flotabilidad con un guante. Un divertido fantasma que sube y baja dependiendo de la cantidad de aire que hay en su interior. Aquí está la explicación.
7. Masa, volumen y densidad con frutas. Un experimento estupendo para plantear hipótesis y sacar conclusiones, con unas cuantas frutas variadas y un barreño de agua donde los niños comprobarán si flotan o no y deducirán el por qué. Incluso puedes hacerles ver que una misma fruta puede flotar o no dependiendo de su piel.
8. Tensión superficial con pimienta. Casi como un truco de magia, esta experiencia muestra de forma práctica como funcionan las fuerzas intermoleculares que convierten la superficie del agua en una especie de película elástica. Luego podéis probar con polvos de talco o unos alfileres pequeños que floten.
9. Química con un huevo y vinagre. Otro de esos experimentos de siempre que siguen sorprendiendo y que demuestra perfectamente los efectos de la reacción entre el ácido acético y el carbonato cálcico.
10. Teoría cinética con un vaso de agua y tinta. Una manera sencilla de comprobar el movimiento de las moléculas del agua y su aumento con la temperatura. 

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